La zona entrega final

 



El video fue grabado con una nikon D 3400, con el Balance de blancos en Luz día, la velocidad en 1/60, la una distancia focal de aproximadamente 24mm para captar el espacio sin deformar tanto los bordes y f/4. Todavía no había sol, lo que aportó el clima frío. Decidí volver a utilizar la cocina y me interesó el clima que generaba la luz de la ventana cuando no había sol. 

Stage photography 



Planta de luces



Análisis




La foto mágica 

Mis fotografías sólo hubieran sido un trabajo estético, un trabajo bien hecho, algo puramente bonito, si no hubiera hecho un trabajo interno. La fotografía es más que sólo un trabajo estético. Es una forma de expresión, es el resultado de tu mundo interno en composición con la luz.”

  Esta imagen es un ícono del fotógrafo Sergio Larrain, que utilizaba una cámara Leica, con soporte fílmico y un lente 50 mm.  La fotografía fue tomada con luz natural, al mediodía, o es lo que se asume al ver esos altos contrastes y la dureza  y dirección de la luz. Es una toma directa y, por la forma de trabajar del fotógrafo, parece  no estar intervenida.  Podemos suponer que el fotógrafo utilizó una ISO en 100 , una velocidad aproximada de 1/250 para congelar el movimiento del caminar.  Sergio Larrain no apela a la perfección respecto de la técnica, si no a capturar situaciones excepcionales. Se podría hablar sobre cómo la luz en la imagen es demasiado dura o hay blancos algo quemados, pero es parte de la estética del fotógrafo y del momento de la toma, y es entre otras cosas lo que hace interesante a la imagen. Si seguimos desglosando por el lado de la técnica, ninguno de los sujetos tiene el rostro iluminado y si bien no está desenfocada, tampoco hay un foco tan claro y nítido. Por otro lado, sí logra congelar el movimiento de las protagonistas y jugar con el claroscuro y los contrastes. El encuadre logra destacar las formas y las líneas, las verticales de las paredes que enmarcan los tercios, las diagonales de las sombras, la horizontal de la escalera.  Esto ayuda a enmarcar a los sujetos y darles protagonismo. Hay una foto dentro de otra, la pared enmarca a la mujer iluminada como un cuadro dentro del resto del espacio, en el que e posiciona la niña desde afuera. La toma juega con el claroscuro. La mujer caminando hacia está pared, iluminada, con la sombra que casi la toca y despegándose de la pared. Por otro lado, la niña camina alejándose de ella y acercándose a la cámara, casi en total oscuridad. Tiene muchos espacios blancos, sin información, que ayudan a la lectura: el piso, la pared del fondo, las sombras casi por completo negras. La verticalidad característica de las fotografías de Larrain también aporta a la imagen, ya que todo cambiaría si fuese horizontal. Así, la información se concentra en los dos primeros tercios, dejando libre el último o prácticamente la mitad superior de la imagen para el descanso de la vista. 

  A ninguna de las fotografiadas se le logra divisar el rostro y ambas llevan un vestido y corte de pelo muy similares.  Por la forma de trabajar del fotógrafo, se puede decir que fue una imagen encontrada, una captura del azar por un ojo entrenado y sensible, más que una toma preparada y buscada. La luz, el encuadre, las líneas, la forma y las sombras, la ubicación de los personajes respecto a los 3 tercios (la niña en la línea izquierda, la mujer casi en el centro) hacen que la imagen este cargada de sentidos. La niña  desde la oscuridad se acerca a la otra mujer casi idéntica a ella. Esta otra, iluminada, camina y baja por una escalera que a su vez parece delimitada por la pared final. Es como un juego de opuestos por la luz pero iguales en sus características. La niña que se acerca a un destino prefijado, de la mujer iluminada que podría ser ella. Muchos hablan de esta fotografía como una muestra del paso del tiempo. El encuadre construye este micromundo: Un espacio cerrado pero que sabemos que está al aire libre, la escalera baja y nos deja preguntándonos a donde llega, el espacio es comprensible pero no entendemos del todo por qué la pared del fondo está allí, o si es la magia de la toma que nos hace leerlo diferente a como era físicamente. Pueden surgir muchas historias a partir de ella, eso es lo interesante y lo que logra el fotógrafo con la mayor parte de su trabajo.  Por todo esto, me parece una gran fotografía. Creo que encierra el concepto de lo que Sergio Larraín considera que es el arte de capturar, su forma de concebir a la fotografía como una mirada sobre el mundo y al encuadre y a la luz como formas de expresión, como creaciones del mundo a partir de lo propio más que un encuentro con un instante preciso. 

  Se puede enmarcar la imagen dentro del foto periodismo y pensarla como una imagen muy simbólica pero también documental, hablando de una época y lugar específico. Fue tomada en 1952 en Paseo Bavestrello, Valparaíso. Narra así el espacio tiempo en que fue tomada, con las vestimentas, el corte carré, los códigos tradicionales  que ambas siguen sobre cómo debe verse una mujer o hacia donde debe ir y el paso a la adultez. Es una fotografía emblemática de este fotógrafo, apodada la foto mágica, por lo que mucha gente podría reconocerla. Es parte del estilo característico del autor: La fotografía documental, la captura de momentos particulares y únicos, el uso de la verticalidad y sus encuadres que juegan con los diferentes planos, las líneas, la foto dentro de otra y los personajes que narran de por sí. 

Planta de luces










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